sábado, 28 de julio de 2012

La Siembra...


Lo que sembremos con nuestras  emociones, es nuestra libre elección, pero lo que cosechemos será la obligatoria consecuencia de nuestros  actos. Toda emoción negativa, invariablemente, se convierte en semilla potencial para la aparición de enfermedades. Prestemos atención a nuestras  emociones cotidianas, a nuestra actitud ante la vida, a nuestras  expresiones y a nuestros sentimientos. Recordemos que lo que estemos sembrando, eso mismo será lo que cosechemos. Ni más... ni menos.
La SIEMBRA es LIBRE... pero la COSECHA es OBLIGATORIA.
SEMBREMOS!!! 
Que nuestras Semillas sean de: "AMOR, PERDÓN, PAZ, SOLIDARIDA, CARIDAD"
Un Gran Abrazo y Muchísima Luz para sus Vidas.

Maria Soledad Piñeiro.

Donde estás???


Piensa por un momento en todas las cosas que te han traído a donde te encuentras hoy. Piensa en hace un año, hace cinco años, veinte años; ¿formaba parte de tu plan estar donde te encuentras ahora mismo? ¿Estaba en algún lugar de tu mente?
¿Cuántas piezas, acciones y reacciones, causas y efectos se necesitan para movernos y llegar a donde estamos ahora mismo? Es difícil de descubrir.
Esta semana preguntémonos a nosotros mismos: ¿Cuán diferentes somos de quienes éramos hace solo un año? ¿Cuán diferente es nuestra situación de vida de lo que era hace cinco años? ¿Estamos progresando o estamos estancados?
Si hemos logrado algún tipo de “éxito”, ésta puede ser una situación más precaria que si estamos estancados. Cuando sentimos que hemos “llegado”, nuestro impulso puede volverse lento. Está bien tomarse un descanso para recargarnos, revigorizarnos y re-alinearnos, pero siempre hay espacio para la expansión, para crear nuevos sueños y objetivos.
Cuando estamos estancados, puede ser que no tengamos claridad sobre nuestro siguiente movimiento o incluso sobre lo que queremos en la vida, pero somos conscientes de que necesitamos movernos. Somos conscientes de que nos sentimos perdidos y lejos de lo que nuestra alma quiere ser.
En algún lugar entre el éxito y el estancamiento está el estado de sólo ir la pasando; uno de los peores lugares en los que podemos estar. Tan solo queriendo lo suficiente, poniendo el esfuerzo suficiente, sin inspiración real, ahí es cuando las piezas dejan de moverse.
Esta semana, preguntémonos a nosotros mismos: “¿Estoy haciendo lo necesario para progresar?”. Sé honesto contigo mismo, porque esta respuesta es el primer paso para avanzar hacia la Luz.
SEAMOS SINCEROS CON NOSOTROS MISMOS!!!
Este Bello escrito me lo envió una querida Amiga, Telma, el cual me gusto muchísimo y deseo compartirlo con todos ustedes mis 
Queridos Amigos del alma!!!
Un Gran Abrazo y Muchísima Luz para sus Vidas y para todos aquellos que forman parte de ella.

Maria Soledad Piñeiro.

El dar con Amor y Alegría.

Qué importancia vital tiene nuestra actitud correcta al dar!!!
Demos serena y confiadamente, y sobre todo, hagámoslo con Amor y Alegría.
Cualquier cosa dada de mala gana lleva consigo vibraciones equivocadas, y entonces no aparece la perfección de ello. Aseguremos nos de que todo lo que hagamos sea hecho  con Amor, aun cuando no entendemos completamente el porque lo hacemos. La tarea más común, la más mundana, cuando es hecha con Amor puede dar lugar a resultados Maravillosos y sorprendentes, de modo que dejemos que el Amor fluya libremente en todo aquello que emprendamos. Debemos darnos cuenta de que todo lo que hacemos es necesario y que ninguna acción, ningún trabajo es demasiado pequeño o insignificante.
Cuando todos los seres demos lo mejor de sí, el peso de las responsabilidades no recaerá en los hombros de algunos pocos. La carga será mas ligera para todo, hasta que ya no sea una carga y sea un Placer y una Alegría!!!
Vigilemos Nuestras Actitudes y Contribuyamos a que el Camino a Recorrer sea Alegre y Parejo para Todos!!!
Sin Jamás Olvidar que: Somos Hijos del Amor y de la Luz...
"SOMOS LA PROPIA ESENCIA DIVINA MANIFESTADA"
LA UNIDAD ES NUESTRO DESTINO!!!

Maria Soledad Piñeiro.

jueves, 26 de julio de 2012

Salvar la vida!!!


Cuando somos testigos o nos enteramos de una tragedia causada por la naturaleza o por algún accidente, que amenaza la vida de algunas personas o que causa pérdida de vidas humanas, nos consternamos y sentimos compasión por las personas afectadas. Estos sucesos nos recuerdan el valor que tiene la vida ya que, aunque se trate de salvar sólo una, ésta merece toda la atención, esfuerzo y ayuda para ser rescatada. Y es entonces cuando se convierten en verbo palabras como voluntad, fe, unión, esperanza, oración, interés y solidaridad; y todo, para un objetivo común: ¡Salvar la vida!  Y así, los hombres, más allá de sus credos, preferencias,  ideologías y de su nivel económico; se unen y toman una sola bandera, una digna e inigualable misión: ¡Salvar la vida!  Y tú, que quizá no has sufrido un suceso así; que no te has visto expuesto a una situación extrema de vida o muerte, ¿realmente valoras la vida o la rechazas?  Para saberlo, basta con que observes tus hábitos, tus emociones y tus acciones; después de hacerlo, sé honesto y contéstate si realmente defiendes la vida o si le das la espalda.
Cada vez que tienes emociones negativas, cada vez que te reprimes, cada vez que sientes resentimiento; rechazas la vida. Cada vez que no perdonas, cada vez que no te aceptas, cada vez que no te respetas; rechazas la vida. Cada vez que trabajas en exceso, cada vez que no atiendes tus necesidades básicas, cada vez que aceptas relaciones destructivas; rechazas la vida. Cada vez que te envenenas con un cigarrillo, cada vez que te aturdes con drogas, cada vez que te anestesias con alcohol; rechazas la vida. Entonces, es necesario ir más allá de lo impactante y conmovedor que puede representar un accidente o una tragedia causada por la naturaleza. Es necesario hacer una profunda reflexión sobre el valor que personalmente le damos a nuestra vida, hoy que sí la tenemos. Analicemos si realmente amamos, respetamos y defendemos nuestra vida; o si, irresponsable e inconscientemente, como niños caprichosos y malagradecidos, nos damos “el lujo” de rechazarla.
Lo recibí de un Amigo, Fernando Rodríguez Gamboa, me encanto, y quise compartirlo con todos ustedes, con todo mi cariño!!!
Gracias Fernando, por este escrito tan bello y muy verdadero.
Realmente estamos respetando y honrando la vida... Nuestra vida??? 
Los invito a que juntos reflexionemos, recordando que: Todo comienza en nosotros… para después extenderse.
La vida es el más precioso tesoro que poseemos!!! 
Debemos amarla y cultivarla… Así como la de nuestros semejantes.
Somos hijos de la luz y del amor… somos seres perfectos…
La felicidad es nuestro estado natural!!!
Un gran abrazo y muchísima luz para sus vidas.

Maria Soledad Piñeiro.

No dejes para mañana...


Hablar de autoestima es hablar de Amor a uno mismo. Pero, ¿amarse a uno mismo será únicamente "verme y sentirme bien", abordando este término en su aspecto más superficial?, ¿amarse será ir dejando en el camino personas lastimadas y heridas emocionalmente?  Definitivamente no. Porque hablar de autoestima va más allá de la apariencia, del tener y de los logros profesionales. Hablar de autoestima es ir a nuestro interior, es una experiencia íntima que habita en el alma. Alguien que realmente se estima, que se ama, es aquel que elije sólo hábitos, palabras y acciones que representan Amor y Vida; aquel que mantiene relaciones humanas que le aportan salud emocional.
Otra palabra intrínseca a la autoestima es el respeto; el respeto a uno mismo y a los demás. Y no se puede hablar de respeto si no empezamos por respetar a los seres más importantes de Nuestras Vidas: Nuestros Padres. Porque, al fin y al cabo, bien o mal, hayan sido como hayan sido, ellos fueron nuestro acceso a este mundo. No respetarlos equivale a “morder la mano que te dio de comer”. Por eso debemos honrarlos siempre, pero más aún durante su vejez. Amarlos, Respetarlos, Comprender-los, Consentirlos y Ayudarlos; ése es el pase directo a una vida llena de bendiciones y sobre todo, de Paz interior. Recuerda que decir "Perdón", "Te Amo" y "Te Comprendo", frente a una tumba, ya no tiene sentido. Por eso, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
Lo recibí de un Amigo, Fernando Rodríguez Gamboa, me encanto, y quise compartirlo con todos ustedes, con todo mi cariño!!!
Gracias Fernando, por este escrito tan bello y muy verdadero... No dejemos para mañana... porque quien sabe sea demasiado tarde!!!   El momento es ahora!!!
Un Gran Abrazo y Muchísima Luz para sus vidas y para todos aquellos que con ella puedan alcanzar.

Maria Soledad Piñeiro.

La verdadera libertad del espíritu...


Debemos buscar y encontrar la verdadera libertad del espíritu, porque donde hay verdadera libertad, hay paz, y donde hay paz, hay amor.
Y el amor es el que abre todas las puertas. Donde hay amor, no hay crítica, no hay condena ni juicio, porque sabemos y entendemos que todos somos uno en nuestra propia esencia divina. Podemos ver a la familia de la humanidad y a todos creados a imagen y semejanza. Vemos más allá de lo exterior, vemos al verdadero corazón de lo que importa, donde no hay separación, donde todo se funde en completa unidad.
Podremos ver lo mejor en todas las cosas y en todos los seres. Cuando tenemos paz interior, no perdemos más tiempo tratando de cambiar a otros. Nosotros aprendemos a ser. Y siendo creamos un sentimiento de unidad con toda la vida.
Y la paz y el amor reinan supremos!!!
Abrazos de luz.

Maria Soledad Piñeiro.

El servir...


Es necesario cultivar la llama divina del amor, a través de la práctica de la caridad. La Caridad se transforma naturalmente en fraternidad universal, y la paz vendrá a consolidar  la concientización del amor y de la disposición en servir. Servir no por obligación, imposición o conveniencia... Pero por el más puro amor y gratitud a la vida y a la luz del mundo contenido en ella. Servir humildemente, no solo a los hermanos de este plano, sino que también a los que del otro lado están.
Distribuir:  CURA... LUZ... PAZ...  A través del amor!!!
Maria Soledad Piñeiro.

Despertemos!!!


A medida que se libera más y más amor en el mundo, una maravillosa curación tiene lugar. Es como un bálsamo derramado en las heridas, curando y cicatrizando.
El amor comienza en el interior de los individuos. Comienza en ti, en mi, en todos nosotros, y crece como una semilla, revelando al brotar gran belleza. Es lo que está sucediendo ahora. Muchos seres sienten  que algo les ha pasado, pero están perplejos y no se dan cuenta de qué es. Buscan en lo exterior, esperando encontrar una pista que les muestre qué pasa. Otros sienten una conmoción, pero tienen miedo de ese sentimiento, porque es nuevo, es extraño y desconocido, y tratan de acallarlo.
Nada podrá detener este amor puesto en libertad.
Es como el genio de la botella. Habiendo sido liberado, no se puede encerrar otra vez.
No puede ser ignorado o escondido. Gradualmente empezará a revelarse en todos y cada uno. Es la nueva era, la expansión de las conciencias, la  re-conexión con nuestra propia esencia, el amor cósmico universal, la unidad. Y ha venido para quedarse.
Es por eso que debemos abrir nuestros corazones y mentes  para comprender y asimilar todos los cambios que se producirán. Tomaremos conocimiento de muchas verdades  que han sido reveladas a medias, que han sido enmascaradas, manipuladas, pero ya no tendrán como continuar sosteniendo todas esas fábulas.
Junto con esas verdades viene la libertad.  La constatación de que somos seres eternos, hijos de la luz y del amor, y que llevamos en nuestro interior, el propio universo.
Poseemos todo el poder, pero ese poder solo nos otorga: "El amor... Amor al prójimo sin distinción… Amor a todo cuanto nos rodea"
De no ser así... Solo vivimos en la sombra de ese poder, en la ilusión de poseer-lo.
Despertemos!!!
Abrazos de luz.

Maria Soledad Piñeiro.