Hablar de
autoestima es hablar de Amor a uno mismo. Pero, ¿amarse a uno
mismo será únicamente "verme y sentirme bien", abordando
este término en su aspecto más superficial?, ¿amarse será ir dejando en el
camino personas lastimadas y heridas emocionalmente? Definitivamente no.
Porque hablar de autoestima va más allá de la apariencia, del tener y de los
logros profesionales. Hablar de autoestima es ir a nuestro interior, es una
experiencia íntima que habita en el alma. Alguien que realmente se estima, que
se ama, es aquel que elije sólo hábitos, palabras y acciones que
representan Amor y Vida; aquel que mantiene relaciones humanas que le aportan
salud emocional.
Otra palabra
intrínseca a la autoestima es el respeto;
el respeto a uno mismo y
a los demás. Y no se puede hablar de respeto si no empezamos
por respetar a los seres más importantes de Nuestras Vidas: Nuestros Padres.
Porque, al fin y al cabo, bien o mal, hayan sido como hayan sido, ellos fueron
nuestro acceso a este mundo. No respetarlos equivale a “morder la mano que te dio de comer”.
Por eso debemos honrarlos siempre, pero más aún durante su vejez. Amarlos,
Respetarlos, Comprender-los, Consentirlos y Ayudarlos; ése es el pase directo a
una vida llena de bendiciones y sobre todo, de Paz interior. Recuerda que decir
"Perdón",
"Te Amo" y "Te Comprendo", frente a una
tumba, ya no tiene sentido. Por eso, no dejes para mañana lo que puedes hacer
hoy.
Lo recibí de
un Amigo, Fernando Rodríguez Gamboa, me encanto, y quise compartirlo con todos
ustedes, con todo mi cariño!!!
Gracias
Fernando, por este escrito tan
bello y muy verdadero... No dejemos para mañana... porque quien
sabe sea demasiado tarde!!!
El momento es ahora!!!
Un Gran Abrazo
y Muchísima Luz para sus vidas y para todos aquellos que con ella
puedan alcanzar.
Maria Soledad Piñeiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario