martes, 17 de julio de 2012

Seamos sinceros con nosotros mismos...


Es natural en nosotros seres humanos, el idealizar a las personas. Proyectamos en ellos nuestro ideal, nuestro querer, de cómo nos gustaría que fueran, negándonos muchas veces, a ver como son en realidad. Mismo sabiendo, preferimos ignorarlo. Y cuando ellas no corresponden a nuestras expectativas, sufrimos. Pasa mucho con el matrimonio, una relación. Cuántas veces mismo siendo consientes de todos los defectos, o mismo de la forma de ser de la otra persona que nos molestan, no nos gusta, pero decimos: cuando estemos juntos todo va a cambiar. Sera??? No quiero decir que las personas no puedan cambiar o mejorarse, pero no siempre sucede. Debemos ser realistas a ese respecto para no caer en nuestra propia armadilla. Porqué cuando percibimos que nada ha cambiado, que nada de lo que  creíamos  se modifico mágicamente, nos decepcionamos. Ahí comienzan los des-entendimientos, las cobranzas, vemos poco a poco, nuestros sueños, desmoronarse. Eso solo pasa, porque nos comprometemos, no con el original y si con nuestra ilusión. Ahora, quien es en verdad el responsable de eso??? Debemos ser sinceros con nosotros mismos. Las otras personas, no pueden adivinar, cuáles son nuestros propósitos, ellas son como son, o las amamos así y la aceptamos tal cual son, o estaremos creando para nosotros una fantasía, que seguramente nos traerá sufrimiento. Por eso es muy importante no engañarse a sí mismo. Debemos asumir ya sea una relación de pareja, una amistad, el trabajo etc. consientes de como son en verdad. Con eso evitaríamos muchísimo sufrimiento des-necesario. Sin nunca olvidar que: “Somos nosotros los únicos responsables por nuestra felicidad o infelicidad”
“Es nuestra comprensión y actitud delante de ello… que hará la gran diferencia”
Amemos-nos y amemos… Procurando antes corregir en nosotros… lo que tanto nos molesta en otros!!! 
Recordando que: “Los otros son nuestro espejo”

Maria Soledad Piñeiro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario