No
podemos permitir, que el orgullo intelectual, ni las ideas, opiniones y
prejuicios preconcebidos, bloqueen nuestro camino. El conocimiento, el
intelecto, no son sinónimos de sabiduría, pero si es uno de sus aliceres
fundamentales.
No
debemos cerrarnos a la verdad, porque ella nos llega, no solo por caminos
convencionales ni medios ortodoxos, y si, por muchos otros más. Por eso debemos
estar preparados, para nuevos caminos y nuevos recursos.
Cuando
somos niños y pasamos a un grado superior en la escuela, tenemos antes que
aprender, recibir y aceptar todo lo nuevo que tenemos para aprender y así poder
avanzar.
Lo
mismo pasa con la entrada a la nueva era. Tenemos que estar dispuestos a
enfrentar actividades nuevas, nuevas experiencias, a acelerar nuestro paso,
para entrar más aprisa en lo desconocido. Debemos saber, que seguramente
cometeremos muchos errores, pero son a través de ellos que iremos a aprender.
Pero de igual forma estaremos creciendo, en conocimiento, comprensión, y así en
sabiduría. No debemos inquietarnos, desesperarnos, ante todo debemos recordar,
que somos seres humanos, en pleno proceso evolutivo, o podemos decir que...
despertando nuestra conciencia crística, la cual siempre formo parte de nuestra
esencia. No podemos ir directo del primero al sexto grado. El camino nos será
revelado, paso a paso y lo recorreremos poco a poco, en la medida en lo que
podamos comprender y asimilar.
La
puerta del conocimiento y de la iluminación, la debemos mantener siempre
abierta. Para eso debemos abrir nuestras mentes y corazones, para recibir lo
nuevo.
No
podemos colocar más agua, en un vaso que ya esta lleno, para eso debemos
vaciarlo antes, y así estará pronto a recibir nuevo contenido.
Recordemos
que somos espíritus en ascensión, sin rótulos, hijos de la luz y del amor.
La unidad es
nuestro destino... Vibremos en el amor, sentido en cada célula de nuestro ser y
practicado con todos aquellos a los cuales podemos alcanzar!!!
Maria
Soledad Piñeiro.
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