Es necesario
cultivar la llama divina del amor, a través de la práctica de la
caridad. La Caridad se transforma naturalmente en fraternidad universal, y
la paz vendrá a consolidar la concientización del amor y de la
disposición en servir. Servir no por obligación, imposición o conveniencia...
Pero por el más puro amor y gratitud a la vida y a la luz del mundo contenido
en ella. Servir humildemente, no solo a los hermanos de este plano, sino que
también a los que del otro lado están.
Distribuir: CURA... LUZ... PAZ... A través del amor!!!
Maria Soledad Piñeiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario