viernes, 13 de julio de 2012

Falsos Profetas


"Yo Soy El Camino La Verdad Y La Vida"... Cuanto Significado contienen estas palabras... Alguna vez nos detuvimos a reflexionar sobre ellas???
Jesús vino para mostrarnos el camino, y cualquier persona que lea sobre él, sabe que su camino no fue fácil.
El camino el cual el vino a enseñarnos, no lo podemos encontrar en ningún mapa, porque esta dentro de nuestro propio ser, y el encontrarlo es algo que lo hacemos individualmente, a nuestra forma y manera.
Debemos vivir una vida con moralidad, justicia, decencia, teniendo responsabilidad en nuestros actos, porque cada acción que ejecutamos, tiene un efecto que crea un resultado, que debe ser experimentado.
Nosotros no podemos comprar un trozo del paraíso, a pesar de que muchos lo están comercializando, vendiendo. Son estos algunos de los Falsos Profetas, que optaron por el camino más fácil, el de la ganancia, y con ello han generado fortunas incalculables, pero ellas siquiera pueden comprar un solo ladrillo, porque en el cielo no los hay. En él, solo existe, el perfecto Amor, armonía y unión con nuestro creador. Contribuciones en dinero no pueden comprar esa unión.
Necesitamos ser como Cristo para lograr esa armonía con la creación.
Cristo fue enviado a la Tierra como el Maestro, un ejemplo a seguir, una Luz que nos guía en la oscuridad. El encarnó para mostrarnos el potencial que existe dentro de cada uno de nosotros, por eso no es suficiente decir: estoy de acuerdo con lo que Cristo predicó y lo acepto... No, eso solo no basta, debemos decir: Yo soy el Cristo... porque el vivió encarnado como nosotros, superó las tentaciones, la injusticia, el odio, la envidia... el venció el mal. Si el consiguió, nosotros también lo podemos conseguir. Para eso debemos asimilar y practicar todo aquello, que el vino a enseñar.
El vino para este Planeta, así como Buda, Mahoma, Krishna...para abrir nuestras mentes, no para cerrarlas.
Por eso, cuando escuchen a cualquier persona, sea ella quién sea, decir: Mi camino es el único camino cierto... pueden estar seguros que estarán delante de un Falso Profeta.
Jesús nunca pidió una obediencia ciega, porque él sabía que cada uno debería ir a él, por voluntad propia.
Cuando escuchen a cualquier persona condenar una raza, una religión o una idea porque no está de acuerdo con ella... y si les dicen para no leer determinados libros, porque son ellos pecados, o se creen en el derecho de comandar sus vidas... presten bien atención, porque estarán delante de un Falso Profeta.
Nunca  podemos olvidar, que Jesús vino para libertar nuestras mentes, no para dominarlas.
Cuidado con aquellos que juzgan a otros en el nombre de Dios, porque son ellos los mayores blasfemadores.
Dios no castiga o recompensa a quien quiere que sea. Somos nosotros mismos que creamos, nuestro propio paraíso o nuestro propio Infierno en la Tierra.
Tenemos conocimiento de lo cierto y de lo errado, de moralidad e inmoralidad.
El bien y el mal existen. Somos libres para elegir entre esos dos conceptos.
Nuestras almas aprenden del resultado que provocan nuestras acciones.
En el universo del creador, en determinados lugares y épocas, el bien y el mal, el positivo y el negativo, necesitan y deben coexistir. Para crecer y aprender, un Espíritu debe hacer sus elecciones a cada instante, y así cosechar los resultados de sus propias experiencias. Si no hubieran alternativas, no habría lo que elegir.
La Tierra es una de las tantas esferas que existen en el universo, adonde los espíritus aprenden por medio de elecciones. Somos regidos por la ley del Karma, de acción y reacción.
Lo que hagamos hoy, determina como será nuestro mañana. Por eso debemos aprender de una buena vez, que es nuestra responsabilidad, el transformar nuestras vidas y nuestro planeta en un gran hogar de paz… de fraternidad… de armonía. Y eso solo lo podemos lograr, re-encendiendo la centella del amor divino que habita en nuestros corazones... que infelizmente en algunos aún esta encubierta, pero solo de forma temporaria e ilusoria, porque ella esta allí, intacta, y no existe nada que la pueda destruir o apagar. Porque somos luz… somos amor… somos perfección!!!
Somos la propia centella divina!!!

Maria Soledad Piñeiro.

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