Cuando
la vida nos demande que debemos cambiar, comprendamos claramente cuál
es la necesidad y cambiemos sin resistencia, sabiendo que cada cambio es para
mejor. El cambio no siempre es cómodo, especialmente para quien está
apegado a sus hábitos e ideas. Debemos desear arrojar una tras otra las
ideas agradables, cómodas y bien establecidas hasta que quedemos
completamente libres y abiertos para recibir, algo completamente nuevo
y revolucionario. Con frecuencia aquí es donde se presenta la
mayor dificultad.
Mucha gente, habiendo absorbido
algo nuevo, se queda pegado a ello y rehúsa dejarlo. Por qué no verlo solo
como un peldaño a algo más grande, a revelaciones más maravillosas
que están esperando que les hagamos lugar para manifestarse??? No podemos
llenar un balde que ya esta lleno, primero tenemos que
vaciarlo. No podemos movernos bien hacia lo nuevo cuando todavía
estamos aferrados a lo viejo y rehusamos dejarlo. Entonces???
Es hora de cambiar... cambiar rápidamente porque el padre es en
nosotros… Nuestra luz, nuestro guía… Confiemos en él... Porque él mas que
ninguno conoce y sabe… cuales son nuestras verdaderas necesidades.
“Pero no olvidemos que: Debemos
hacer nuestra parte”
“Somos luz… somos amor… somos
la propia esencia divina manifestada”
Maria
Soledad Piñeiro.
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